El término querubín despierta inmediatamente la imagen de pequeños ángeles alados, tiernos y sonrientes, muy presentes en el arte barroco y en decoraciones religiosas. Sin embargo, la angelología y las fuentes bíblicas nos muestran que la figura del querubín es mucho más compleja y profunda de lo que parece.
En este artículo exploraremos qué es un querubín, su papel en la tradición bíblica, sus características principales y cómo han sido representados a lo largo de la historia.
¿Qué es un querubín?
Un querubín es una entidad angelical que, según las Sagradas Escrituras y la tradición cristiana, ocupa uno de los rangos más altos en la jerarquía celestial.
En la angelología, los querubines se consideran guardianes de la gloria de Dios y protectores de los lugares sagrados. No se trata de simples mensajeros, sino de seres que encarnan la sabiduría divina, la pureza y la vigilancia constante.
👉 Dato clave: En el Génesis, los querubines fueron puestos a la entrada del Jardín del Edén para custodiar el camino hacia el Árbol de la Vida con una espada encendida (Génesis 3:24).
Etimología y origen de la palabra «querubín»
La palabra querubín proviene del hebreo kerub (כְּרוּב), que puede traducirse como “el que bendice” o “el que intercede”. También se le ha relacionado con la raíz acadia karabu, que significa “poderoso” o “grande”.
Este origen semítico nos habla de seres elevados, asociados al poder, la grandeza y la cercanía con lo divino.
Querubines en la Biblia
Los querubines aparecen en distintos pasajes del Antiguo Testamento:
- Génesis 3:24 → Guardianes del Edén.
- Éxodo 25:18-22 → Dos querubines de oro cubrían con sus alas el Arca de la Alianza.
- Ezequiel 10 → Se describen con cuatro rostros (hombre, león, buey y águila) y múltiples alas, rodeados de fuego y ruedas resplandecientes.
- Salmos 18:10 → Dios “cabalgaba sobre un querubín y volaba”.
Estos textos nos muestran que los querubines no eran simples figuras decorativas, sino manifestaciones del poder y la gloria divina.
Características de los querubines según la angelología
Los querubines poseen atributos que los distinguen de otros ángeles:
- Cercanía a Dios: habitan en torno al trono divino.
- Multiplicidad de rostros: símbolo de su conocimiento universal.
- Alas resplandecientes: representan la velocidad y la pureza.
- Función de guardianes: protegen lo sagrado y lo inaccesible al ser humano.
- Portadores de sabiduría: se les asocia con el conocimiento de los misterios divinos.
Querubines en el arte y la cultura popular
A partir del Renacimiento y especialmente en el Barroco, los querubines empezaron a representarse como niños alados, dulces y sonrientes. Esta versión se popularizó en la pintura, la escultura y la decoración de templos.
Con el tiempo, la imagen del querubín como ángel infantil se volvió tan común que muchos olvidaron sus orígenes bíblicos más solemnes y majestuosos.
Hoy encontramos querubines en:
- Esculturas religiosas.
- Pinturas clásicas.
- Decoraciones de bodas y celebraciones.
- Literatura y poesía, donde simbolizan el amor puro.
Simbolismo espiritual de los querubines
En la espiritualidad cristiana, el querubín simboliza:
- La pureza y cercanía a lo divino.
- La protección celestial frente al mal.
- La sabiduría divina revelada al hombre.
- El amor de Dios, representado en el arte como ternura y belleza.
Conclusión
El querubín es mucho más que un pequeño ángel con alas. Su figura encierra siglos de historia, fe y simbolismo. Desde los pasajes bíblicos hasta el arte renacentista, los querubines han sido descritos como guardianes celestiales, portadores de sabiduría y símbolos de la gloria de Dios.
Comprenderlos en su verdadera esencia es adentrarse en la angelología, una disciplina que nos recuerda que lo sagrado no siempre es evidente, y que detrás de cada imagen angelical existe un profundo mensaje espiritual.